La edad de la mujer es un factor importante cuando hablamos de fertilidad, en cuanto la capacidad de lograr el embarazo y poder tener un hijo saludable. Debido a que con el tiempo se dan diversos cambios que es parte del transcurso natural de envejecimiento.

Además, la reserva ovárica, que es la cantidad y calidad de óvulos, se va reduciendo paulatinamente desde el nacimiento de la mujer hasta la llegada de la menopausia. Esta disminución sucede gradualmente hasta alrededor de los 35 años; sin embargo pasando esa edad estos envejecen con mayor rapidez, dificultando que se logre el embarazo.

Pero no solo es más difícil lograr el embarazo, sino que empiezan a mostrarse anomalías cromosómicas, resultando en abortos involuntarios recurrentes. Sin contar que dependiendo de la mujer y su salud reproductiva, pueden existir dificultades funcionales que también reducen las posibilidades de procrear.

En los hombres, la fertilidad también va disminuyendo con los años, solo que un poco más tarde en comparación a la mujer, entre los 45 y 49 años, dándose cambios en sus espermatozoides que pueden traer consigo problemas cromosómicos y en el desarrollo del bebé.

La infertilidad es relacionada cada vez más con edad

Actualmente, el binomio infertilidad y edad se vuelve más común, debido a que las mujeres posponen formar una familia, por priorizar otras metas o tener mayor estabilidad económica, sin embargo, dejan de lado su salud reproductiva. Es importante, saber que la fertilidad declina con los años, e incluso, en algunas antes de lo que esperan.

Las parejas que han intentado lograr el embarazo, durante 12 meses, o si son mayores de 35 años en 6 meses, y no lo han logrado, deben realizarse una evaluación para determinar el estado de sus órganos reproductivo. Además, de exámenes para determinar la reserva ovárica, a través de análisis de sangre para medir los niveles de la hormona antimülleriana (AMH), hormona folículo estimulante y contar mediante una ecografía transvaginal la cantidad de folículos.

Por otro lado, los hombres pueden realizarse un espermatograma computarizado, donde se examinara la muestra de semen eyaculado, para medir, la motilidad, cantidad y movimiento de los espermatozoides.

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