La transferencia embrionaria es la última fase de la fecundación in vitro (FIV) y también un proceso que puede ser complejo, puesto que para que se logre la implantación del embrión se necesita de un endometrio receptivo. La receptividad endometrial es uno de los factores de éxito para lograr el embarazo; además de una buena calidad embrionaria, por lo que sí es importante.

Esta receptividad tiene una duración corta, tiempo en el que el tejido endometrial llega a un estado receptor, es decir, cuenta con la capacidad necesaria para el proceso de implantación, este periodo es llamado también como ventana de implantación y se da en el día 20 a 24 del ciclo menstrual
¿Qué es el endometrio?

El endometrio en un tejido que recubre la cavidad uterina y su función principal es permitir la implantación del embrión y el desarrollo fetal; básicamente tiene la capacidad de realizar la receptividad endometrial o adhesión del embrión y participa en la creación de la placenta en el proceso de la gestación.

Es activo y dinámico, puesto que durante el ciclo menstrual pasa por una serie de cambios que son la base del ciclo menstrual y sobre todo necesario para la tener un estado receptivo; y que se divide en 3 fases: la fase menstrual, cuando se desprende y se da la menstruación; la fase folicular o preovulatoria, cuando empieza a crecer y la fase lútea o postovulación, que es cuando el endometrio se encuentra apto para la implantación. Estas fases pueden ser distinguidas mediante la ecografía transvaginal.

La ecografía transvaginal es un método no invasivo y fácil de realizar; además de ser uno de los procedimientos de rutina durante un chequeo ginecológico de fertilidad y tratamiento de reproducción asistida para la valoración del endometrio. Puesto que existen factores uterinos que pueden ser responsables de una falla de implantación, como los miomas, pólipos, adherencias o endometriosis.

Por otra parte, se recomienda en casos de sufrir de obesidad, reducir el peso corporal y dejar de fumar, si es que se está en la búsqueda del embarazo, porque así ayudará a mejorar la receptividad endometrial, ya sea en un embarazo natural o por tratamiento de reproducción asistida.