Cuando hablamos de infertilidad describimos la incapacidad de una pareja para lograr una gestación a término, después de tener relaciones sexuales frecuentes y durante los días ovulatorios. Intentándolo por un periodo de tiempo mayor a un año, sin el uso de algún método anticonceptivo.

La pareja infértil es aquella que no ha logrado un embarazo a término, pero sí puede lograr la concepción, a diferencia de la pareja estéril que es aquella que no puede lograr un embarazo..

Se estima que la infertilidad afecta alrededor del 15% de la población. Además, se cree que cerca de 3 millones de peruanos estarían experimentando alguna clase de problemas relacionados con la infertilidad.

El médico que evaluará y tratará los problemas de fertilidad será un ginecobstetra, especialista en infertilidad (grado académico, maestría – doctorado); el cual decidirá de ser necesaria la participación de otros especialistas como el urólogo (especialista en infertilidad masculina), médico endocrinólogo o un biólogo especialista en infertilidad.

Normalmente se culpa a la mujer por padecer alguna clase de problema de infertilidad. Sin embargo, en un 50% de los casos se debe a factores o problemas en el sistema reproductivo de los varones. Es importante que la pareja sea consciente de ello para acudir juntos a un Chequeo de Fertilidad.

Los problemas de infertilidad pueden surgir en cualquier momento. El hecho de haber tenido hijos anteriormente no garantizará la fertilidad de la pareja en el futuro. De hecho, existen más parejas que padecen de infertilidad secundaria (problemas de infertilidad experimentados por parejas que ya han tenido uno o más hijos), que de infertilidad primaria (problemas de infertilidad experimentados por parejas que nunca antes han tenido hijos).

Aquellas personas que fuman, que padecen de sobrepeso, que consumen drogas y/o alcohol de manera regular; en el caso de los varones la calidad de su esperma no es el adecuado. Mientras que las mujeres pueden padecer de endometriosis, obstrucción en las trompas de Falopio y problemas de ovulación. Las mujeres mayores de 35 años, son las personas que corren mayores riesgos de experimentar problemas de infertilidad.

Algunas parejas pueden mejorar su fertilidad llevando a cabo simples cambios en su estilo de vida o con tratamientos de baja complejidad como las relaciones sexuales dirigidas. Sin embargo, otras requerirán intervenciones médicas, en el caso de la mujer es endometriosis lo que más les afecta y la principal causa de infertilidad femenina, pero una vez restablecidas de la cirugía son capaces de fecundar un bebé.

En algunos casos, el hecho de perder algo de peso, dejar de consumir drogas, alcohol y cigarrillos, y optando por una vida saludable sería suficiente para mejorar la fertilidad. No obstante, muchas personas no podrán prevenir o evitar padecer problemas de infertilidad. Por ello, deberán recurrir a un especialista para tratar de solucionar dichos problemas.