Cuando nace PROCREAR, en Perú, las únicas 2 clínicas de fertilidad en existencia, sin tener en cuenta la enorme importancia del estudio del factor masculino, estaban solo avocadas a estudiar a la mujer (por el concepto que es ella quien lleva el embarazo, que es ella que cuida a los hijos, que es ella en quien básicamente se hacen los tratamientos) descuidando el estudio del varón.

En ese tiempo, solo se hacía un estudio de Espermatograma (justamente por la falta de especialistas) en cualquier laboratorio general, sin mayor exigencia y con criterios obsoletos, sin ningún apego a la normatividad dada por el Manual de estudios de fertilidad masculino por la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Estos estudios de espermatograma eran elaborados por tecnólogos de laboratorio general sin ninguna formación especializada para este tipo de estudios que requiere de alta especialización como ahora lo ejecutan los biólogos especialistas en Reproducción Humana (idea desarrollada e implementada por PROCREAR). A pesar de estos cambios, sin embargo el espermatograma, aun ejecutado por biólogos especialistas, el espermatograma es impreciso porque en el estudio espermático se tiene que evaluar el número de espermatozoides, la velocidad de los espermatozoides, el número de vivos o muertos, el número de normales y anormales, etc. lo cual debe ser hecho por un software especial que mide todas las características mencionadas a la vez, el espermatograma también debe ser estricto en su estudio, pues nadie puede a simple vista evaluar la concentración de espermatozoides, su velocidad, su normalidad, etc. y aun disminuida la cantidad de espermatozoides estos suman millones, entonces ¿Cómo medir todo lo mencionado?

La única manera es con el Espermatograma Computarizado que mediante un software especializado mide todos estos parámetros señalados para el estudio del semen en 10 minutos y hasta 500 millones de espermatozoides.