EL ESPERMATOZOIDE Y SU ROL IMPORTANTE EN LA PÉRDIDA RECURRENTE DE EMBARAZO

Christopher Tello – Biólogo de la Clínica de Fertilidad ProCrear

La Pérdida Recurrente de Embarazo (PRE) es una de las complicaciones más comunes que afecta aproximadamente al  1% de parejas que están intentando lograr un embarazo natural. Es definida por la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) como la pérdida de dos o más abortos consecutivos diagnosticados antes  de la semana 14 de embarazo.  Los factores femeninos  que pueden producir PRE son múltiples y en el 50% de las mujeres diagnosticadas no se encuentra una causa aparente.

Debido a que existe un gran porcentaje de parejas que tienen pérdidas recurrentes sin un factor femenino, se comenzó a investigar qué parámetros de calidad seminal están implicados en abortos sucesivos y si estos podrían predecir el desarrollo a término del embrión.

Existe una gran controversia al respecto y se ha observado que varones con PRE no presentan diferencias en los parámetros de calidad seminal con pacientes fértiles. Sin embargo, algunas investigaciones muestran que el porcentaje de alteraciones morfológicas en pacientes con PRE es mayor.

Posteriormente, se empezó a evaluar la relación que tiene la PRE con la genética de los espermatozoides, lógicamente debido a que los espermatozoides son los encargados de transportar la herencia  paterna que aporta la mitad de los genes necesarios para el  desarrollo  de un embrión hasta su nacimiento.

Actualmente se ha demostrado que el porcentaje de fragmentación de ADN espermático,  es decir el daño producido en las hebras de ADN puede ser una causa de pérdidas recurrentes de embarazo. En la revista Reproductive Biomedicine (2016), la investigadora Tania Carlini encontró que el porcentaje de ADN fragmentado  se incrementa en los espermatozoides de varones cuyas parejas sufren de PRE en comparación con varones fértiles. Además mencionó que aunque los varones con PRE presentaban una buena calidad espermática tenían niveles alterados de fragmentación de ADN.

Otro factor que puede estar implicado en PRE son  el porcentaje de aneuploidías cromosómicas sexuales o autosómicas presentes la población de espermatozoides eyaculados. La aneuploidías espermáticas son la ausencia o excesos de cromosomas dentro del espermatozoide que normalmente debe presentar 22 cromosomas autosómicos (1-22) y 1 un cromosoma sexual (X o Y). Los investigadores Ranjith Ramasamy e  Ines Zidi-Jrah es sus respectivos trabajos publicados en la revista Fertility And Sterility evidencian que la tasa de aneuploidías  cromosómicas espermáticas tanto sexuales como autosómicas son mayores en pacientes con RPL.

El daño ocasionado en la fragmentación del ADN espermático así como las anomalías cromosómicas posiblemente genera una alteración en la expresión de genes involucrados en el desarrollo lo cual podría causar RPL o malformaciones en el embrión. Existen muchos varones con parejas sin una causa femenina aparente de RPL que presentan una calidad espermática adecuada,  sin embargo en estos pacientes no se toman en cuenta factores como la fragmentación de ADN y la tasa de aneuploidías, siendo estos factores de vital importancia cuando se desea tener un bebé y se quiere acceder a un tratamiento de reproducción asistida.