La endometriosis es una enfermedad silenciosa que afecta el útero de miles de mujeres y debe ser considerada el peor enemigo de la fertilidad femenina. Aunque su diagnóstico es tardío porque suele ser asociada a una enfermedad estomacal, una visita al ginecólogo ayudará a detectarla y conseguir el anhelado sueño materno.
Entre un 30 y 50% de mujeres que fueron detectadas con endometriosis vieron afectadas su fertilidad, pues distorsiona la anatomía pélvica, produce tejidos, deja cicatrices en la trompa, altera el sistema inmunológico, perjudica la implantación del embrión y altera la calidad del óvulo.
La terminología médica de endometriosis proviene del endometrio, tejido que reviste el interior del útero producto de la secreción de hormonas que emite el ovario. Sin embargo, la endometriosis tiene que ver con los tejidos que crecen fuera de la cavidad uterina, dañando el útero, los ovarios, las trompas, incluso la vejiga e intestinos.
El desarrollo de esta enfermedad irrita todas las zonas que toca, causa mucho dolor y las adherencias al interior del organismo pueden ser muy perjudiciales si se busca un embarazo. Su diagnóstico es entre los 25 y 35 años de edad, además, también es considerada un trastorno hereditario.
¡Solución ante la endometriosis!
Esta patología tiene cuatro grados de acuerdo a su complejidad. Etapa 1, considerada como mínima; etapa 2, leve; etapa 3, moderada y etapa 4, grave, siendo esta última la de mayor perjuicio para la mujer que aspira a tener un bebé pues bloquea las trompas de Falopio y daña los ovarios.
La endometriosis puede ser tratada con terapia médica y quirúrgica. En la médica se administran píldoras anticonceptivas y otros fármacos que bloquean el estrógeno, hormona liberada por los ovarios que ayuda a crecer la endometriosis. De continuar la enfermedad, se procede a la etapa quirúrgica para eliminar y remover todo el tejido cicatricial.
Ambos tratamientos son recomendables y de alta efectividad si se busca tener un embarazo exitoso a través de una fecundación in vitro (FIV). Sin embargo, el diagnóstico de cada paciente varía, por lo que se recomienda acudir a centros especializados en fertilidad con experiencia en procedimientos de endometriosis aplicados a una FIV.
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