¡No es normal, es endometriosis!

La falta de información muchas veces resulta perjudicial en la salud reproductiva de la mujer.

Este miércoles 14 de marzo se conmemora el día internacional de la Endometriosis, una enfermedad crónica que afecta a las mujeres durante su vida reproductiva. Muchas de ellas presentan pequeños implantes que no se modifican, mientras que en otras puede desarrollarse extensamente. Ocurre cuando el endometrio (tejido que cubre el interior del útero), se desarrolla incorrectamente y crece en otros lugares de la pelvis, ovarios, vejiga y anatomía femenina.

Según un estudio realizado por la  Organización Mundial de la Salud (OMS), la endometriosis afecta al 10 ciento de las mujeres a nivel mundial, siendo el rango de edad entre los 20 a 30 años.

Nuestro Dr. Julio Dueñas PhD, director científico de la clínica de fertilidad Procrear, informa que, el 30 % de las mujeres afectadas no presentan ningún síntoma, siendo este porcentaje el más peligroso; el otro 70 % sí lo posee “la endometriosis puede aparecer en los ovarios, en el peritoneo e incluso en lugares menos frecuentes como la vejiga, el intestino o el estómago. Y cuando la enfermedad se manifiesta a través de síntomas, los más comunes son la dismenorrea (menstruación más dolorosa de lo habitual), la dispareunia (dolor durante o después las relaciones sexuales), la infertilidad y el dolor pélvico crónico.

La detección es fundamental para prevenir futuras complicaciones, siendo la más importante la infertilidad. “El diagnóstico se puede realizar en el chequeo integral ginecológico,  donde se realizan cinco estudios para evaluar los órganos reproductivos femeninos; vulva, vagina, cuello uterino, útero, endometrio, trompas, ovarios y mamas”, aclara el Doctor Dueñas. Generalmente se recurre a la laparoscopia, la cual es una cirugía que a través de cortes pequeños se introducen los instrumentos necesarios, se realiza bajo anestesia general. Este es el procedimiento quirúrgico más común para dar tratamiento a la Endometriosis. Del mismo modo, es la única manera de diagnosticar la enfermedad.

La finalidad del tratamiento quirúrgico a través de la laparoscopía es confirmar el diagnóstico y eliminar las lesiones, ya sea focos endometriósicos, nódulos endometriósicos profundos, o endometriomas. Para esto, el médico dispondrá de muchas alternativas como la vaporización de las lesiones, la extirpación de las lesiones y la coagulación. “Naturalmente debe estar enfocado a preservar o mejor la fertilidad de las mujeres”

 

Existen también, diferentes tipos de Endometriosis, tales como:

 

Endometriosis profunda intestinal infiltrativa.- Es una de las lesiones más invasivas que existe y es causa de disquecia (defecación dolorosa), dolor pélvico crónico, empeoramiento en la calidad de vida e infertilidad. Se estima que ocurre entre un 5 % y 12% de las pacientes con Endometriosis profunda con afectación intestinal. La localización más frecuente es el recto-sigmoideo, que supera el 90% de los casos.

Endometriosis Ovárica.- La endometriosis puede atacar directamente los ovarios y podrían aparecer quistes llenos de fluido denso achocolatado, llamados endometriomas. Para diagnosticar este tipo de endometriosis basta con la ecografía transvaginal, que podría ser completada con la ecografía abdominal para evaluar las masas voluminosas, esto permitirá examinar el hemiabdomen superior y el sistema urinario.

Endometriosis Peritoneal.- Es cuando las lesiones aparecen como manchas negras blanquecinas o rojizas en las paredes pélvicas, que reflejan que existió una cicatrización del tejido donde se produjo la intrusión de endometrio. La ecografía vaginal para la endometriosis peritoneal no tiene valor alguno pues no identifica las lesiones típicas de la endometriosis. Para su diagnóstico se utiliza la cirugía laparoscópica.

 

En tanto, se debe saber que no se puede prevenir la Endometriosis. Sin embargo los controles ginecológicos de rutina y el adecuado reconocimiento de los síntomas, nos permitirán hacer un diagnóstico temprano para poder tratar la enfermedad a tiempo, a fin de poder evitar complicaciones como la infertilidad, quistes gigantes complicados o dolor pélvico crónico.