Actualmente, la ciencia ha permitido que muchas personas portadoras de VIH puedan tener una mejor calidad de vida. Los antirretrovirales, han logrado que puedan vivir con normalidad a pesar de ser seropositivas, teniendo una carga viral mínima e, incluso, llegar a plantearse tener una familia. Sin embargo, es una gran decisión la que tienen, sobre todo cuando existe el temor de poder traer un bebé con esta afección.
Debido a la presencia del virus, el riesgo de infectarse con VIH en relaciones sexuales sin protección, es alta, por lo que procrear un hijo de forma natural eleva las probabilidades de contagio, tanto de la pareja, si es que no lo está, como de su futuro hijo.
A las parejas, donde solo uno es el portador del VIH, se les llama serodiscordantes. Y gracias a técnicas de reproducción asistida ellos pueden convertirse en padres, evitando el riesgo de transmisión a través de relaciones sexuales.
Así mismo, la elección del tratamiento dependerá también de su salud reproductiva, tanto del hombre como de la mujer, ya sea por la edad y la calidad seminal. Pudiéndose realizar una inseminación intrauterina o una fecundación in vitro y ser complementada con técnicas como ICSI e IMSI
Cuando es el hombre el portador, se realiza el lavado de semen, el cual busca aislar el VIH. Debido a que el virus se encuentra en el plasma seminal y otras células, y no propiamente en el espermatozoide. Al realizar el lavado, este puede ser eliminado y se empieza el ciclo de reproducción asistida, pero se debe tener una carga viral mínima.
Mientras, si es la mujer quien tiene VIH, se analiza la carga viral en sangre. De ser imperceptible se procede a realizar el tratamiento, si el resultado fuese una carga alta, tendría que seguir con su tratamiento, con el fin de evitar que el virus se transfiera al bebé. Además, su salud debe estar en buenas condiciones, encontrándose en estadio estable, para evitar cambios en su medicación.
El uso de medicina como los antirretrovirales y la guía de protocolos durante el embarazo y parto, han reducido el riesgo de transmisión; no obstante, existe un porcentaje mínimo de contagio mientras esté en el vientre materno, el parto o lactación. Este protocolo incluye, el parto por cesárea y lactancia restringida.
Los antirretrovirales, están permitiendo que las personas con VIH puedan vivir como cualquier persona sin infección, reduciendo las tasas de mortalidad, recuerda que debemos protegernos del virus, no de quienes viven con este.