La adopción de embriones es una técnica de reproducción asistida que consiste en la transferencia de uno o dos embriones en el útero de la paciente adoptante. Las técnicas de criopreservación, permiten congelar los embriones hasta el momento de su transferencia al útero materno. De esta forma las mujeres que no podían lograr el embarazo con sus propios óvulos, por edad, enfermedades ginecológicas o hereditarias, puedan lograrlo.
¿De dónde provienen estos embriones?
Estos embriones provienen de parejas que han realizado tratamientos como la fecundación in vitro, ya sea de óvulos y espermatozoides propios o por donación de ambos, y que han decidido donarlos; estos embriones se encuentran congelados hasta el momento de ser transferidos.
¿Quiénes pueden recurrir a la adopción de embriones?
Las parejas o mujeres que pueden recurrir a la adopción de embriones o adopción embrionaria son:
– Pacientes con abortos recurrentes.
– Fallas recurrente de otros tratamientos reproductivos.
– Mujeres sin pareja masculina.
– Casos de menopausia o fallo ovárico prematuro.
– Cuando no hay respuesta a la estimulación ovárica.
¿Cómo se realiza la transferencia de embriones?
La paciente que adopta los embriones, debe recibir una preparación endometrial para poder realizar la transferencia.
La cual consiste en administrar estrógeno y progesterona de forma oral y en óvulos, para luego monitorear su progreso mediante un control ecográfico. Este control indicará el crecimiento del endometrio y así determinar el momento adecuado para el descongelamiento y transferencia embrionaria. Y así finalmente colocar en la cavidad uterina uno o dos embriones provenientes del banco de donantes.
Probabilidades de éxito de la adopción de embriones
La adopción embrionaria tiene una alta tasa de éxito, debido a la calidad de los embriones, los cuales son congelados mediante la técnica de la vitrificación, que permite recuperarlos en un aproximado del 90%.
En ProCrear contamos con la criopreservación, práctica que permite la congelación de ovocitos, espermatozoides y embriones, mediante una técnica llamada vitrificación, logrando que, al momento de ser descongelados, no se dañen; haciendo posible realizar una adopción embrionaria.
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