Una de las principales causas de infertilidad masculina está relacionada a la falta o ausencia de espermatozoides en el semen. Este cuadro clínico se denomina azoospermia, sin embargo, no descarta la posibilidad de que el hombre pueda procrear y gozar de una paternidad exitosa con sus propios espermatozoides.

La bióloga andróloga de nuestra Clínica de Fertilidad Procrear, Estefany Sánchez, señala que existen dos tipos de azoospermia; obstructiva y secretora. Las causas de su padecimiento son variadas, mencionaremos algunas de ellas.

Azoospermia obstructiva: El hombre produce espermatozoides pero presenta complicaciones para que estos puedan salir a la luz. Es decir, tras la eyaculación, el semen no tiene espermatozoides debido a que los conductos deferentes están obstruidos.

Las causas más comunes de este cuadro clínico son por padecimiento genético como el síndrome de Klinefelter, daños causados por enfermedades seminales, procesos inflamatorios como epididimitis, prostatitis y  varicocele, entre otros.

Azoospermia secretora: En este caso sí existe problemas a nivel testicular, es decir, el paciente no fabrica espermatozoides, no hay producción espermática. Las causas suelen ser por alteraciones hormonales, padecimientos en los testículos, condiciones genéticas y tratamientos oncológicos.

¿Cómo detectar la azoospermia?

Para determinar si el paciente presenta alguno de los tipos de azoospermia se recomienda hacer un espermatograma, análisis hormonal, incluso, una biopsia que ayudará a evaluar la presencia de espermatozoides. En Procrear, contamos con personal altamente calificado para tratar los problemas de infertilidad, por ello recomendamos seguir un tratamiento oportuno a fin de que puedan disfrutar de ser padres.

En ese sentido, nuestra especialista recomienda que para “la azoospermia obstructiva el paciente puede tratarse con una cirugía. Por otro lado, si se trata de una azoospermia de tipo secretora, se recurre a un tratamiento hormonal, en el caso de no obtener resultados, también podría recurrir a un donante”, asegura la bióloga.