La menopausia es un proceso natural, es una etapa en la vida de la mujer en la que los ovarios dejan de ovular, esto debido a la disminución de los niveles hormonales que va acompañado de alteraciones del ritmo del ciclo menstrual (menstruaciones muy próximas o separadas) o cambios en la cantidad de menstruación y finaliza con la desaparición de la menstruación.
Todo ello sucede a nivel biológico; sin embargo, a nivel psicológico tiene también muchas implicancias como cambios de humor, problemas para dormir, aumento de la ansiedad, irritabilidad y sensibilidad emocional. Todo este malestar psicológico se incrementa si la mujer ha ido posponiendo el deseo de ser madre por motivos diversos, como está pasando en la actualidad, donde la mujer tiene mayor protagonismo en el área laboral y académico.
Con el pasar de los años, se ha incrementado el número de mujeres que deciden tener hijos pasado los 40 años. El no poder ser madres por la llegada de la menopausia, muchas veces produce frustración, decepción, culpabilidad, tristeza e incluso llegando algunas de ellas llegan a la depresión.
No obstante, hoy por hoy la medicina reproductiva puede resolver este tipo de problemática mediante la Ovodonación. Esto quiere decir que el embarazo tan deseado se logrará a partir de los óvulos de una mujer sana (tanto física como psicológicamente) y joven junto al esperma de su pareja, mediante una Fertilización In Vitro (FIV). Pese a que es una solución, no siempre es bien recibida por la mujer en primera instancia ya que existen muchos prejuicios o ideas preconcebidas sobre la donante y el futuro bebé, que dan una valoración negativa a este tiempo de tratamiento.
Por ello, es fundamental el asesoramiento profesional a través de una información adecuada sobre la donación de óvulos que ayude a despejar todas las incógnitas acerca de este proceso. Por ejemplo, la ciencia de la epigenética es una rama de la biología que demuestra que desde que se hace la transferencia de este embrión con óvulos donados al cuerpo de la madre receptora, se van dando cambios en él; esto es gracias a la interacción que existe dentro del cuerpo y lo que pase con la madre. Es por eso que es muy importante la conexión emocional que existe entre la madre y el bebé durante la etapa de la gestación.
