El hatching asistido o eclosión asistida, es una técnica de reproducción asistida, que consiste en realizar una pequeña perforación en la zona pelúcida, membrana que rodea al embrión, para hacer más fácil su desprendimiento, con el propósito de facilitar la implantación en el útero, ampliando las posibilidades de lograr el embarazo.
Los ovocitos y embriones en desarrollo están cubiertos por una membrana, llamada zona pelúcida, que tiene la función de proteger al embrión durante su división. Desde el momento en que el óvulo es fecundado y llega al útero, esta corteza empieza a volverse más delgada y se rompe, para lograr la salida del mismo e implantarse.
A pesar de ser un proceso que se da de forma natural, algunos embriones no pueden eclosionar, dado que, tienen una capa alterada, gruesa o endurecida, reduciendo las posibilidades de que se implante, en estos casos, se hace uso de esta técnica.
¿Cómo se realiza esta técnica?
Una de las modalidades utilizadas es el hatching químico, muy utilizada en los centros de reproducción asistida. Donde se hace uso de una solución enzimática para penetrar la zona pelúcida, abriendo un pequeño agujero en ella. Y el hatching con láser, empleado en ProCrear, el cual tiene la ventaja de ser exacto y seguro, ya que permite orientar la energía de manera sencilla y con mayor precisión.
¿Para quiénes está indicado el hatching?
Esta indicado a pacientes que tengan embriones de baja calidad o con muchos fragmentos; en fallas de implantación de forma recurrente, donde la calidad de los embriones son buenos, pero la capa pelúcida es gruesa, dificultando su salida; en mujeres de edad avanzada y con niveles elevados de la hormona folículo estimulante (FSH).
También, en la transferencia de embriones que han sido criopreservados o en intentos fallidos de fecundación in Vitro, la técnica del hatching asistido ayuda a que se produzca la implantación del embrión en el útero.
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