Por Biol. Jorge Merino – Especialista en Andrología

Las pérdidas recurrentes son un problema de salud que se asociaba netamente a las mujeres. Sin embargo, las investigaciones demuestran que el hombre también cumple un rol fundamental en esta complicación.

Una nueva investigación determina que el 60% de los abortos espontáneos se deben al factor genético. Esto indica que los espermatozoides también son los responsables de estas pérdidas.

Este estudio fue realizado en el Reino Unido en 50 parejas que habían tenido pérdidas recurrentes. Y con 60 voluntarios varones cuyas esposas no habían sufrido abortos.

El análisis reveló que los espermatozoides de hombres con parejas que habían sufrido un aborto espontáneo tenían el doble de daño en el ADN. En comparación con el grupo de control. Este deterioro puede ser provocado, a juicio de los expertos, por las llamadas especies reactivas de oxígeno (ROS). Estas moléculas de ROS son típicamente beneficiosas, ya que protegen el esperma de las bacterias y otras infecciones.

El contenido de ROS en el semen del primer grupo analizado cuadruplicó el medido en el segundo grupo. Esta alta presencia es relacionada con infecciones latentes (bacterias que permanecen en la próstata sin dar síntomas) y con la obesidad.

Factores de riesgo

Los investigadores sospechan que tanto la avanzada edad como la obesidad podrían desencadenar de alguna manera la proliferación de estas moléculas dañinas. Como se sabe, estos factores pueden disminuir la salud del esperma. Esta sospecha podría tener razón. Ya que en promedio, los participantes masculinos en este estudio cuyos compañeros habían experimentado abortos involuntarios eran ligeramente mayores y tenían más sobrepeso que los controles.

En parejas que sufran de pérdidas recurrentes, se recomienda que el varón se realice la prueba de fragmentación de ADN. La cual evaluará si existe un elevado daño del ADN del espermatozoide ocasionado por las especies reactivas de oxígeno (ROS).

La recomendación que le damos en La Clínica Procrear es llevar un estilo de vida saludable. Una alimentación con alto contenido de antioxidantes, verduras, frutos secos, dejar el alcohol, el tabaco, el sedentarismo y la obesidad.